Son días de despedidas. Ayer cena en casa, mañana Diego llevará unas galletas de chocolate a la guardería, el viernes hacemos un piscolabis de comida internacional en la clase de inglés y después festival de Navidad en el colegio.
Tenemos el taxi cogido para el sábado, los planes hechos, vamos recogiendo ropas y trastos ( no sé cómo se puede acumular tantas cosas en cinco meses), la televisión exprime todo lo que puede la misma
noticia, y hace mucho frío en la calle.